Textos

A punto caramelo

Belcolore (1880) de Dante Gabriel Rossetti El tipo era pesado. Me tomó del brazo, del que no colgaba mi cartera. Me impulsó hacia su cuerpo. Estaba húmedo, él y el aire. Pusimos todo lo que pudimos por cuatro meses. Me dijo: «Abrazame así», al tiempo que rodeó su torso e intentaba tocarse los omóplatos. Yo… Seguir leyendo A punto caramelo

Entre tormentas

«Male Nude» de Egon Schiele (c.1910) Tenías el aliento aturdido. Tus pupilas recibían todo el ardor de mi sudor. Sabías que si cedías ante mi miembro, no podrías decirle a tu novia que ya perdías las jugadas que habías inventado para cumplir el rol de idiota. Sabías también que no mentías cuando apretabas mis brazos… Seguir leyendo Entre tormentas

Pliegues de la cordura

«Sitting Nude from the Back» (1919) de Janos Tornyai Entramos los cuatro a la habitación azul. Debíamos ubicarnos cada uno en una esquina. Pensamos que era fácil; sin embargo, había cinco esquinas y un farol en el medio con la luz tenue. Uno de nosotros quedaría afuera. ¿Afuera? Pero ¿de qué? Azul Cook 11 de… Seguir leyendo Pliegues de la cordura

La de la visión cerril

«A Young Woman With A Wineglass» de Eduard von Gebhardt No sé si vieron a esa que está parada ahí, la de jean azul, muy azul. Sí, sí, Ana, ella misma. Tan banal, tan ridícula. Escuchen, no digan nada. Me dijeron que pidió a sus contactos de Facebook que se unieran a sus páginas de… Seguir leyendo La de la visión cerril

Soltando hilos del destino

«Jasmine» de Albert Joseph Moore (1893) Temblaba, pobrecita. Sostenía su nalga sudorosa con mi mano izquierda, mientras que con la derecha apretaba suavemente su cuello. Sus piernas rodeaban mi torso buscando aferrarse con tanta fuerza que apenas podía respirar. Gota a gota ella perdía la vida, mientras yo la ganaba. Quería que fuéramos un accidente… Seguir leyendo Soltando hilos del destino

Ser elemental

De truenos y de caminos, de eso estamos hechos, excepto vos que arrastrás los pies como si fueran galaxias a segundos de ser digeridas por un agujero negro. No insinués que no sabés de qué hablo. Vamos, que si nadie mirara de reojo, no se daría cuenta. Acurrucate en el rincón. El del cuerno espera… Seguir leyendo Ser elemental